La humanidad enfrenta una elección crucial: dos visiones opuestas del futuro.
En un mundo donde las élites económicas, financieras y políticas modelan un futuro cyberpunk dominado por la inteligencia artificial, la desacralización de los valores humanos y la deshumanización de las relaciones sociales, el Imperio Verde de Oriente y de Occidente surge como una alternativa salvadora.
Concebido por Paul Elvere Delsart a través del programa de ingeniería multidisciplinaria y cambio social llamado EL4DEV, este modelo de desarrollo social propone un renacimiento espiritual, ecológico, intelectual y participativo que contrasta con la distopía tecnocrática hacia la cual nos dirigimos.
El mundo cyberpunk que se perfila es un universo donde el ser humano es reducido a una simple variable económica, sometido a los imperativos de una inteligencia artificial omnipotente, despojado de espiritualidad y autonomía.
En esta sociedad, el individualismo exacerbado, la centralización del poder y la mercantilización de cada aspecto de la existencia son los principios rectores.
En contraste, el Imperio Verde de Oriente y de Occidente se basa en pilares radicalmente diferentes: la cooperación internacional, la autosuficiencia local, el enriquecimiento de los ecosistemas y la reintegración del ser humano en una naturaleza santificada.
El programa EL4DEV propone una diplomacia social, que reemplaza las relaciones mercantiles y los tratados tecnocráticos por intercambios culturales, intelectuales y humanos.
Esta visión se materializa a través de infraestructuras ecológicas y educativas como las ciudades y complejos LE PAPILLON SOURCE y sus Calderas Vegetales. Estas estructuras no son simples lugares de producción o consumo, sino centros de conocimiento, investigación y desarrollo sostenible, donde la innovación está al servicio del ser humano y su entorno.
En oposición a las megalópolis distópicas del mundo cyberpunk, donde la naturaleza está artificializada y el hombre reducido a un engranaje del sistema, el Imperio Verde de Oriente y de Occidente aspira a transformar la Tierra en un planeta forestal.
Este ambicioso proyecto de terraformación se basa en una geoingeniería positiva que utiliza beneficiosamente los campos electromagnéticos naturales y una urbanización multifuncional repensada para estar en armonía con los ecosistemas.
No se trata de una utopía inalcanzable, sino de una estrategia de desarrollo pragmática, donde cada municipio se convierte en un actor clave del cambio gracias al subprograma "El Contraataque de los Municipios", fomentando la autonomía de los territorios y la redistribución equitativa de la riqueza.
Además, mientras que el mundo cyberpunk promueve una dependencia total de los algoritmos y las multinacionales voraces, EL4DEV apuesta por la soberanía de los pueblos y los territorios.
A través de la creación de Agrupaciones de Interés Económico Sociales nacionales y Uniones Político-Sociales transnacionales que redibujan el orden geopolítico mundial, este modelo devuelve a las naciones el control de su destino, lejos de las influencias hegemónicas de las grandes potencias financieras y tecnológicas.
Finalmente, el cyberpunk, por su esencia, es un mundo de fragmentación social y aislamiento donde la tecnología se convierte en una herramienta de sometimiento.
En oposición, el Imperio Verde de Oriente y de Occidente considera la tecnología como una herramienta de liberación, utilizada para conectar a los pueblos, compartir conocimientos e iniciar una cooperación transnacional al servicio del ser humano y su entorno.
El Big Smart Data EL4DEV, sistema de información del programa EL4DEV, encarna esta visión al proponer una plataforma de información colectiva, cooperación multinacional y modelado de dinámicas territoriales, fomentando la inteligencia colectiva y la transparencia.
Finalmente, el Green Coin EL4DEV, la criptomoneda del Imperio, tiene como misión reemplazar los modelos económicos destructivos por una dinámica de intercambio e innovación. Su valor se basa únicamente en activos tangibles e indestructibles: tierras agrícolas mejoradas y ricas en biodiversidad etiquetadas como LE PAPILLON SOURCE.
El Imperio Verde de Oriente y de Occidente es el camino de retorno de la humanidad a lo sagrado, un sendero hacia una Tierra restaurada a su estado más equilibrado, el más eficiente en términos de ingeniería de sistemas complejos: un ecosistema forestal.
Se trata de un planeta más primitivo pero avanzado, sin artificios reductores y destructivos del inmenso potencial humano.
- Un planeta altamente vegetado, con biodiversidad aumentada, donde la vida prospera
- Una civilización altamente social, intelectual, organizada y espiritual centrada en la cooperación
- Una humanidad con valores fundamentales y sabidurías ancestrales
- Humanos fuertes en el plano intelectual, psicológico, físico y espiritual que usan tecnologías limpias y alternativas
- Humanos que no son esclavos de la tecnología
- Una sociedad que repara los daños causados a la Tierra y las aguas por civilizaciones pasadas mediante geoingeniería positiva y natural al servicio de lo sagrado y lo vivo
- Una geoingeniería realizada por una vasta red de infraestructuras multifuncionales que son extensiones de la naturaleza.
Sin embargo, el camino que actualmente sigue la humanidad es el que conduce a un mundo cyberpunk en el que reina la inteligencia artificial.
Sin una intervención inmediata, nos dirigimos hacia un mundo tecnológico y sin naturaleza, materialista y artificial, en el que el ser humano es progresivamente reemplazado por máquinas y, al final, será esclavizado por esa misma inteligencia artificial que supuestamente debía facilitar su existencia.
Esta civilización, profundamente individualista y totalmente desvinculada de lo sagrado, es la creación colectiva de una humanidad que ya no es más que la sombra de sí misma, en la que los individuos se han vuelto débiles a nivel intelectual, psicológico y físico, y en la que la población envejece porque ya no se renueva, huyendo del modelo familiar tradicional.
En este mundo oscuro, el ser humano es convertido en capital económico, e incluso en un simple material inútil y reemplazable.
Esto ya ha sido predicho en múltiples ocasiones y ha sido representado desde siempre a través de la ciencia ficción. Las señales ya son visibles para todos, y no hay nadie en la Tierra que no sea consciente del desenlace desastroso de este avance tecnológico no beneficioso e innecesario.
Lo peor es que, hoy en día, la atención mediática y científica se centra deliberadamente en la conquista del espacio, con ambiciosos proyectos dirigidos a colonizar Marte o a explotar los recursos de asteroides lejanos.
Esta fascinación por otros mundos relega a un segundo plano una cuestión mucho más urgente: ¿cómo restaurar y preservar nuestro propio planeta? En lugar de intentar huir de una Tierra que nosotros mismos hemos degradado, deberíamos concentrar nuestros esfuerzos en la regeneración y mejora de sus ecosistemas, la rehabilitación de tierras contaminadas y la preservación de la biodiversidad.
Nuestras élites económicas, respaldadas por políticos sin escrúpulos, invierten miles de millones en expediciones interestelares mientras no hacemos ningún esfuerzo real para encontrar soluciones eficaces y sostenibles contra la deforestación y la contaminación de la tierra y el agua.
Esta huida hacia adelante en el ámbito tecnológico no disfraza una incapacidad ni una negativa a enfrentar las consecuencias de nuestras acciones; está orquestada al más alto nivel, prefiriendo vender a los pueblos, incapaces de actuar y centrados en su propio individualismo, el sueño de un nuevo planeta habitable en lugar de asumir la responsabilidad de reparar aquel que nos dio la vida y nos permite existir.
En conclusión, el Imperio Verde de Oriente y de Occidente, también llamado la Confederación EL4DEV, representa una alternativa creíble y más que necesaria ante la amenaza del mundo cyberpunk deshumanizado que se perfila. No es un simple proyecto teórico, sino una nueva vía civilizacional que devuelve al hombre su lugar en el centro de la vida, donde espiritualidad, ecología, tecnologías controladas y cooperación masiva forman los pilares de un futuro sostenible y armonioso.
Frente al oscuro porvenir que nos prometen nuestras élites y nos imponen nuestros dirigentes, es hora de abrazar esta visión innovadora y construir juntos un nuevo paradigma basado en la equidad, la justicia y el respeto por la vida.